Con este nombre se engloban las dos grandes infraestructuras que llevan agua del Ebro en la zona deltaica, desde el Assut de Xerta hasta los cultivos del arroz. Toda esta infraestructura, que parte de dos grandes canales, el de la derecha y el de la izquierda, se va dividiendo a lo largo de su recorrido hasta convertirse en las pequeñas acequias que aprovisionan de agua cada uno de los arrozales. Este sistema no funciona durante todo el año, y permanece seco a principios de año. Cuando este sistema se pone en marcha en los alrededores de la primavera, poco a poco va siendo colonizado por diferentes macrófitos, entre ellos Potamogeton pectinatus, y con ellos, las larvas de mosca negra que encuentran en este sistema un hábitat ideal para su desarrollo. Las tareas de limpieza periódicas que realizan las comunidades de regantes minimizan la presencia de estas larvas, pero en aquellos tramos en los que no es posible el acceso por parte de la maquinaria de limpieza, a su paso por las diferentes poblaciones (Jesús, Roquetes, Amposta), continúan desarrollándose larvas de mosca negra, aumentando así la problemática por picaduras de este insecto en estas poblaciones.
En las conducciones más pequeñas también se efectúa un control, sobre todo en aquellas que se encuentran más cercanas a zonas urbanizadas.
Muestreo: el muestreo de los canales varía en función de las dimensiones de la infraestructura muestreada. Así pues, los canales más grandes, con poca accesibilidad a las paredes de estos y con una corriente considerable se muestrean con la ayuda de un gancho con mango que permite llegar a los macrófitos adheridos a las paredes de estas y capturar una muestra para observar si hay o no presencia de larvas.
En las canalizaciones más pequeñas, donde el caudal es considerablemente inferior y de poca profundidad podemos encontrar las larvas adheridas directamente al fondo, al igual que en una acequia de riego de la huerta, o bien adheridas a los macrófitos que se desarrollan encima el fondo. En estos casos el muestreo se realiza capturando una muestra de estos macrófitos y haciendo un recuento de las larvas presentes, en caso de no encontrar se realiza un cepillado del fondo con la ayuda de un cepillo y de un salabre con una malla de 500 micras, con el que se recogen las larvas. El poso que es recogido con la malla se pone en una palangana con agua y se procede a contar las larvas que se han recogido.
Control: el control de los canales en los puntos de Jesús y Amposta se realiza de forma manual aplicando directamente el producto Bti necesario aguas arriba de los núcleos habitados durante un tiempo aproximado de diez minutos. Este control es el más parecido al que se realiza en el río, pero en este caso el caudal es de 30 m3/s.
En las conducciones más pequeñas este tratamiento se realiza de forma manual mediante la aplicación de Bti con la ayuda de una mochila donde se mezcla el producto con el agua necesaria para obtener una concentración adecuada de producto y un volumen de la mezcla que nos permita aplicar el producto durante un tiempo determinado.
