Debido a la concentración a lo largo de los años de la población en el delta, ya sea en los diferentes pueblos o urbanizaciones, en estos lugares se presenta una acumulación de diferentes especies de mosquitos, que si bien muchos de ellos no se han desarrollado en el núcleo urbano, sí que van a buscar la sangre necesaria para su desarrollo embrionario.
Sin embargo, la presencia de núcleos urbanos y urbanizados importantes en la zona deltaica conlleva una serie de focos larvarios que generan mosquitos principalmente del G. Culex. El desarrollo de estos núcleos con un origen rural, así como las características físicas del sustrato en el que se han desarrollado, conllevan una serie de lugares donde se acumula el agua, ya sea por causas naturales o antrópicas, con una fuerte carga de materia orgánica, y se convierte en el lugar idóneo para el desarrollo de las larvas de Culex pipiens.
Así, fosas sépticas, regaderas abandonadas, acequias de desagüe, sumideros, solares abandonados con recipientes que se llenan con agua de lluvia, etc, están marcados en unos planos temáticos y seguidos mediante una base de datos. De aquí se elaboran unos planos de trabajo que son los que seguirán los operarios a la vez de inspeccionar y tratarlos una vez por semana.
Esta problemática se acentúa en los núcleos propiamente deltaicos como son: San Jaime y Deltebre, siendo menor en los núcleos asentados mayoritariamente sobre la terraza continental: Amposta, San Carlos de la Rápita, Camarles, L'Ampolla y El Perelló.
La mejora de las infraestructuras de estos núcleos, así como las tareas de concienciación ciudadana que el CODE desarrolla, hacen que esta problemática la podamos considerar como suficientemente abordada, con unos resultados que podemos calificar de buenos.
Este trabajo se complementa con la educación e información, mediante trípticos, charlas, trabajo en la escuela, medios audiovisuales, etc., a fin de reducir esta problemática gracias a la concienciación ciudadana.
